Irremediablemente llega el momento en el cual el estado zombiesco de las cosas triunfa sobre cualquier reacción humana posible. "Arrgghhhhh", así la expresión. Con más haches que ganas. Haches para representar correctamente el vacío desde el cuál se origina esta "sensación". ¿Alguien alguna vez pensó que los zombies en realidad son mimos increíblemente aburridos? Yo sí. Mimos hartos; actores cansados de representar cada palabra conocida a través de acciones corporales. Un día sintieron que su voz no valía y decidieron darse a entender a señas, brincos, gestos y movimientos exagerados. Resultó ser más cansado que hablar. Resulto que, por dentro, una parte de ellos moría lentamente cada vez que, a pesar de todo esfuerzo, no eran entendidos. Bajo una consigna silente marchan: Somos mimos con "m" de "muero por dentro, lento, muy lento".