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La unidad de medición como herramienta indispensable para al trazado de rutas o de cómo planear tu próximo viaje

El camino a seguir es marcado por diversos factores que intervienen de forma directa o indirecta en la toma de decisiones, así como hay factores que intervienen de forma directa o indirecta en el trazado del camino; es decir: hay dos elementos que determinan y dan forma a lo que podríamos llamar "el viaje".
En esta ocasión "el viaje" resulta ser la cantidad de pasos que hay que dar desde la posición C a la D, habiendo recorrido de forma previa la distancia entre las posiciones A y B. De ahora en adelante nos referiremos al viaje ya recorrido -entre A y B- como "el pasado".

El viaje actual es distinto al pasado; siguiendo la lógica en cuanto a que lo que falta por recorrer es una sucesión de eventos, es necesario recordar que esto no implica que dichos eventos o puntos sean equidistantes. De hecho la idea de que así pudieran ser es una creada por la necesidad de sentir cierta seguridad a lo largo del trayecto. ¿Cuántas estaciones faltan? ¿Cuántos kilómetros quedan? Bendita medición de intervalos, dadora de certeza. Ahora, ¿el pasado tiene unidad de medición? Depende, supongo, de qué sea lo que le queramos medir al pasado: calidad o cantidad, como en estudio de mercado.

Si empezamos a medir el pasado en términos de satisfacción personal, me queda claro que estamos hablando de cualidades. Si estamos hablando del pasado en cuanto al tiempo, pues, son números. Aquí viene el dilema: ¿cómo vamos a medir el pasado y qué unidad de medición es la correcta? Como bien lo indica el título de este post, la unidad de medición deberá usarse como herramienta para el trazado de una ruta, tomando en cuenta que dicha ruta deberá ser planeada en base a una referencia esencial que sea retrato fiel de la topografía y de las características específicas de una superficie o extensión geográfica, comúnmente conocida como plano o mapa. Sí, paso número uno: tener un mapa.

Anteriormente establecimos qué es el pasado. Ahora, bajo los mismos principios, determinemos qué es el mapa.

Si "el viaje" contiene hasta ahora dos partes o tramos (A-B y C-D) y la primera es el pasado, podemos inferir que la segunda es el futuro. Entonces, en tanto los recorridos son el tiempo, luego la superficie es el espacio. La relatividad ante todo. De hecho, tan es así que dentro de la teoría de la relatividad el tiempo y el espacio se vuelven uno en el espaciotiempo de cuatro dimensiones, donde cada dimensión determina puntos específicos que delimitan un suceso. El momento de tu nacimiento; tu bautizo; tu primer día de clases, todos momentos perfectamente identificables que al unirse conforman una imagen mayor a manera de referencia esencial, retrato fiel de tu topografía y características específicas. Sí, como un mapa.

A partir de este punto podemos concluir qué es el presente, qué es el futuro y qué es la persona. Sólo falta planear el viaje.

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