Últimamente me ha dado por llegar a casa, agarrar lo que tenga que agarrar (libro, computadora, celular, gato...) y sentarme en el piso. Teniendo todas las comodidades del mundo moderno en cuanto al cuidado del trasero se refiere, el suelo es la opción. ¿Por qué?
Analicemos el caso por medio de pros y contras:
Analicemos el caso por medio de pros y contras:
Pros
- Tu trasero, y en general cualquier parte del cuerpo, dificilmente deformará la superficie de concreto cubierta por laminado vinílico imitación madera.
- Una vez estando en el suelo es difícil que algo se caiga, seas tú o lo que tengas en las manos (incluído el gato).
- En caso de que algo sí caiga, dicha caída (de 15 a 20 centímetros) no afectará de manera considerable al elemento en cuestión.
Contras
- Ya estando abajo, lo único que queda es ir hacia arriba.
- Por lo general, el suelo es frío.
- Es probable que haya pelusas, tierra y demás elementos causados por las inclemencias del tiempo (clima) y por las otras inclemencias del otro tiempo (hace dos semanas que no barres o aspiras, básicamente).
- A falta de una superficie blanda, es probable que sufras el adormecimiento de alguna extremidad inferior, dolor de espalda, etc.
- El gato te puede llegar a usar como escalón o escalera para subir al sillón, cama o taburete. También existe la posibilidad de servirle como trampolín en caso de que esté persiguiendo una mosca, abeja o bicho trepador/volador.
Una vez identificados algunos de los elementos que hacen, o no, de el piso un lugar ideal para la disertación, meditación o análisis de temas relevantes...
Un momento: hay dolor. De espalda más que otra cosa.
Obviamente estaba en el suelo.
Me mudo al sillón.
Entonces...
Una vez identificados algunos de los elementos que hacen, o no, de el piso un lugar ideal para la disertación, meditación o análisis de temas relevantes, concluyo que todo lo anterior sirve de analogía para mi vida reciente: en un momento pienso en que no hay cosa más importante que lo verdaderamente fundamental, hasta que me canso.
Lo verdaderamente fundamental, hermanos míos, cansa. Más que otra cosa porque no es un lugar cómodo. No es a lo que estamos acostumbrados física, mental y emocionalmente. Lo fundamental, y pelear por ello, requiere de autodeterminación, sacrificio y disciplina. Los principios; el amor; la felicidad. Cosas fundamentales.
Entonces ¿por qué no podemos encontrar el amor, la felicidad y apegarnos a nuestros principios en el sillón? ¿Por qué ha de ser en el suelo?
De lo fundamental al fundamentalismo
Mi ejemplo favorito para hacer referencia al tema del fundamentalismo es la religión y el hecho de creer que existe un manual para la salvación, redención y la vida eterna, que dice que hay que sufrir para llegar "ahí". Que así son las cosas y se acabó. Punto. Por que lo digo yo o, más bien, porque lo dijo Él. ¡Arrepiéntete de tus pecados!, y así.
Pues bien, defender el suelo (que era mi intención cuando empecé a escribir esto) es casi eso. La realidad es que existen muchas mullidas opciones y si uno está en el piso es porque quiere estar ahí, hasta abajo.
Conclusiones
¿Hay que luchar por lo que uno quiere y busca? - Sí.
¿Todo lo que uno quiere y busca cuesta trabajo y va a doler? - No necesariamente*.
¿Existen herramientas para conseguir lo que uno quiere y busca? - Sí. En caso de que no estén ahí habrá que trabajar para obtenerlas o, de ser necesario, pedir ayuda.
¿Significa que si no tengo donde sentarme, mágicamente encontraré un lugar que no sea el suelo? - No, a menos que tengas el super poder de materializar cosas.
Si no tengo el super poder de materializar las cosas, ¿qué hago? - Siempre habrá una mano amiga, o un amigo, que te pueda proporcionar, de menos, un cojín (entiéndase como se entienda).
¿Qué pasa si no tengo amigos, manos amigas, manos familiares, manos...? - Lo más probable es que necesites dejar de lado la analogía - y toda la idea- del suelo, el cojín y los lugares cómodos; busca ayuda profesional ahora.
*Lea de nueva cuenta "De lo fundamental al fundamentalismo".
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